Lyon, Bariloche, París, San Sebastián, Shangai, Buenos Aires… Sierra de Guadarrama

Becerril de la Sierra es uno de esos lugares tranquilos que invitan a pasear disfrutando de un entorno puramente serrano. Y en Becerril, además de los tradicionales lugares para tapear, tomar asados y disfrutar de la cocina tradicional, podemos encontrar un lugar que llama la atención: Malabar.

Para entender Malabar hay que conocer la trayectoria de Yago Márquez, su cocinero y propietario (junto a su pareja Cecilia Delpech a la que conoció en Lasarte). Yago es un cocinero joven, pero con una gran experiencia en la alta cocina. Cualquiera pensaría que su carrera se iba a consolidar en París después de  formarse en la escuela de Paul Bocuse, y pasar por Pierre Gagnaire, Pavillon Ledoyen y L’Atelier de Jöel Robuchon, pero se cruzó en su camino Martín Berasategui y en 2007 empezó a trabajar con él en Lasarte; dos años después, se encargó de poner en marcha «Martín» en Shangai y en esa ciudad, la cocina callejera y los mercados le abrieron nuevos horizontes.

Desde Shangai, la pareja se trasladó a Argentina desarrollando diversos proyectos en Buenos Aires y Bariloche hasta que, finalmente, en 2017 vienen a la Sierra de Guadarrama y se instalan en Moralzarzal haciéndose cargo de Barrenola. Pero su proyecto todavía estaba por venir, montan un pequeño bistró en Navacerrada al que llaman Malabar y, finalmente, lo llevan a Becerril de la Sierra.

Malabar es algo especial, un restaurante en apariencia informal pero con toda la técnica de un gran cocinero puesta al servicio de lo que él llama «cocina nómada», platos que cambian constantemente en una carta reducida (de una carta de once platos solo se mantienen dos de ellos desde la apertura) basados en productos sencillos pero muy bien escogidos que brillan en preparaciones absolutamente originales con recuerdos de cocina francesa, de cocina oriental, de cocina callejera y de cocina local. En realidad, lo que respira Malabar es que todos los que trabajan aquí disfrutan al máximo de lo que hacen y de su entorno, y eso se nota.

Y si van a Becerril y prefieren algo más tradicional, no olviden lugares como El Albero o El Zaguán, si además buscan una buena carta de vinos, una de las mejores de la Sierra de Guadarrama la tienen en La Terrazas, con cerca de 500 referencias nacionales e internacionales a precios que invitan a beber y que acompañan a una oferta de cocina tradicional basada en un estupendo producto.